Un CEO. Un concierto de Coldplay. Una mujer que no era su pareja. Una cámara indiscreta. El resto ya lo sabes: se desata la tormenta moral. Todos a una, como inquisidores digitales, lo juzgamos. Infiel. Mentiroso. Inmoral.Y sin embargo… ¿no será esto más una muestra de hipocresía colectiva que de valores?

Unos pocos datos que no mienten:

En EE.UU., entre el 20 % y el 25 % de los hombres y entre el 10 % y 15 % de las mujeres casadas han sido infieles. A nivel global, cerca del 22 % admite haber tenido sexo extramarital. El 31 % de las infidelidades se producen entre compañeros de trabajo.

Que curioso, cuando no hay cámaras ni redes de por medio, lo llamamos “crisis”, “error”, incluso “asunto privado”. Pero si el protagonista es alguien con poder, éxito o notoriedad, activamos el modo circo: escándalo, juicio, cancelación.

NO estará sucediendo que vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio ¿Por qué nos molesta más que lo haga otro, y más aún si ese otro tiene un cargo de responsabilidad? ¿Por qué esa obsesión con exigir a los líderes vidas personales perfectas, mientras muchos desde la grada viven con las mismas situaciones?

La infidelidad es una decisión personal y haya cada uno con sus miserias ya que las consecuencias serán la que deba asumir .

Mi texto es una crítica a la doble moral y la hipocresía reinante.
A la facilidad con la que linchamos sin ser de nuestra incumbencia.
A la rapidez con la que convertimos lo privado en contenido viral.
Y a la cobardía con la que señalamos errores ajenos para no mirar los propios.
La infidelidad no es nueva, ni rara, ni ajena.

Lo nuevo a partir de este momento es como la exponemos, compartimos y juzgamos. Lo verdaderamente inmoral quizá no sea el acto en sí, sino lo que hacemos con él cuando se vuelve público.

¿Estamos defendiendo valores… o simplemente disfrutando del morbo ajeno?

Y pienso yo …
¿Y si lo que más nos molesta no es la traición, sino que se atrevan a cometerla otros sabiendo que en alguna ocasión hemos fantaseado con ello?
¿No será que el problema no es lo que hizo… sino que lo vimos?
Y ahora y lo más importante

¿Es legítimo juzgar públicamente la vida privada de alguien si trasciende?
¿O deberíamos cuestionarnos más a nosotros mismos antes de lanzar la piedra?

Feliz semana y felices vacaciones a los que ya las disfrutéis.

hashtag#Vida hashtag#opinion
hashtag#Valentía hashtag#Riesgo hashtag#Reflexiones hashtag#SinFiltro
hashtag#Autenticidad hashtag#LiderazgoPersonal hashtag#LinkedIn
hashtag#personalbranding hashtag#Cambio hashtag#CrecimientoPersonal

This post was not created with IA