Cada persona es un mundo con las complejidades que ello conlleva y no son ni buenas ni malas, son las suyas, sus preferencias de vida, con las que no necesariamente has de coincidir pero sin duda alguna respetar.
Las mías quizás sean demasiado básicas, casi una declaración de intenciones.
No discutir a tener la razón, el tiempo es muy válido para desperdiciarlo de ese modo.
Colaborar a imponer las normas que no he creado.
Una cerveza en lata con amigos a champán entre falsedades.
Por supuesto a escuchar más que hablar y me cuesta mucho.
Mirar siempre a los ojos de la persona que hay frente a mí.
Ponerme en tu lugar para comprender… pero de verdad y libre de prejuicios.
Dar más que recibir y esta es para mí la que más feliz me genera.
Por ello si tienes la intención de aportar algo a la vida de alguien empieza por ser honesto, real y auténtico, para artificial ya tenemos los refrescos y están lejos de calmar la sed.
Comienza otra semana en la que tendremos alegrías, decepciones, problemas y mil vicisitudes más a las que tendremos que hacer frente y la única forma de sortearlas es sabiendo que con cada paso que damos por muy pesado y duro que este sea estamos más cerca de conseguir el objetivo que cada uno se haya marcado. Sé que para muchos es un esfuerzo titánico, sé dé lo que hablo, lo siento muchas veces en primera persona.
A todos los que estamos en búsqueda activa de trabajo va dedicada esta publicación, no os desalentéis ni perdáis la esperanza, vuestra oportunidad está ahí fuera, manteneos fuertes y #atopedepower Siempre.
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