En mi casa basta con que algo salga regular y alguien gritara desde la otra habitación, “¡Pedro! ¡Llama a Don Haz Las Putas Cosas Bien!”
No era un insulto (bueno… a veces), sino una especie de personaje invisible que aparece cada vez que se hace algo a medias o se sospecha que no está dentro del maldito estándar .Un tornillo flojo, una tabla mal lijada, un cuadro mal colocado. Y ahí estaba él personaje, recordándonos que si vas a hacer algo, hazlo bien.
Con los años, este “Don” se convirtió en una filosofía que me acompaña siempre.
Cuando vendía y reparaba tablas de surf, por ejemplo.
Ahí no hay margen para la chapuza. Un canto mal lijado o un pedazo de fibra mal colocada era motivo suficiente para deshacer el trabajo y empezar de nuevo¿ cómo voy a entregar esto a un cliente?. Aprendí rápido que el detalle no era opcional: era la diferencia entre algo bien hecho y algo excepcional…Entre una tabla “ok” y una tabla que hace sonreír.
Hoy la cosa ha cambiado muy poco, trabajando con palos de golf, no soporto un grip mal alineado o un swingweight mal ajustado que no está en su medida correcta.
No se trata de obsesionarse. Se trata de respetar el oficio. Respetarte a ti mismo y sobre todo tu trabajo.
Con los años, este “Don” se convirtió en una filosofía que me acompaña siempre.
Cuando vendía y reparaba tablas de surf, por ejemplo.
Ahí no hay margen para la chapuza. Un canto mal lijado o un pedazo de fibra mal colocada era motivo suficiente para deshacer el trabajo y empezar de nuevo¿ cómo voy a entregar esto a un cliente?. Aprendí rápido que el detalle no era opcional: era la diferencia entre algo bien hecho y algo excepcional…Entre una tabla “ok” y una tabla que hace sonreír.
Hoy la cosa ha cambiado muy poco, trabajando con palos de golf, no soporto un grip mal alineado o un swingweight mal ajustado que no está en su medida correcta.
No se trata de obsesionarse. Se trata de respetar el oficio. Respetarte a ti mismo y sobre todo tu trabajo.
Hay quien me dice que soy cabezón y algo extremista . Puede ser. Pero prefiero eso a mirar un trabajo terminado y pensar: “podría haberlo hecho mejor”.
“Don Haz Las Putas Cosas Bien” no es solo una frase bruta de familia. Es el tipo que me susurra al oído cuando me dan ganas de correr, de entregar rápido, de hacer lo justo. Y sí, a veces molesta. Pero siempre, me mejora.
Así que si alguna vez me ves afinando más de la cuenta, ajustando detalles que nadie pidió o repitiendo algo que “ya valía”... Ya sabes por qué es. No es perfeccionismo. Es respeto.
Haz las putas cosas bien. Porque si vas a hacerlo... ¿para qué hacerlo mal?
Que tengáis un fin de semana maravilloso
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