Esta red nació con un propósito, conectar profesionales, compartir ideas, aprender unos de otros, descubrir talento, mostrar tu evolución, construir marca personal, abrir puertas laborales o de negocio…
En resumen aportarnos algo.
Pero últimamente y además me molesta hasta el punto de no querer escribir y ni siquiera entrar y al hacerlo encuentras un tsunami de publicaciones que no solo no aportan, sino que ni siquiera son propias.
Capturas virales sacadas de contexto. Frases motivacionales calcadas. Textos que ya viste literalmente en tres redes distintas la semana pasada.
Y no es que inspirarse esté mal. De hecho, muchas veces una imagen poderosa o una historia breve puede detonar una reflexión brutal.
Lo que no suma más bien lo contrario, es copiar-pegar un texto sin aportar tu mirada, sin construir desde tu experiencia, sin adaptar el mensaje a quién eres y a lo que haces.
Si solo copias… no estás comunicando.
Si no aportas nada nuevo… no estás construyendo tu marca.
Y si lo haces solo por likes… te estás confundiendo de plataforma.
LinkedIn no es una red fría ni académica. Mostrar emociones, hablar desde lo humano, contar derrotas, errores y aprendizajes es más necesario que nunca. Pero eso no significa que cualquier contenido valga, ni que esté bien usar un espacio profesional para reciclar virales sin criterio.
¿Quieres impactar de verdad? Cuenta lo que aprendiste, lo que fallaste, lo que cambiaste. Hazlo con tus palabras, tu tono, tu visión.
Porque aquí no se trata de ser perfectos, se trata de ser auténticos, útiles y coherentes.
Inspírate, pero no calques.
Comparte, pero desde tu visión
Publica, pero con propósito.
LinkedIn no es para copiar. Es para conectar.
hashtag#LinkedInConPropósito hashtag#MarcaPersonal hashtag#ContenidoDeValor hashtag#Autenticidad hashtag#NoTodoVale hashtag#DesarrolloProfesional hashtag#RedesSociales hashtag#ConstruirMarca hashtag#VisibilidadConSentido
Image created with AI, the text is original.
Pero últimamente y además me molesta hasta el punto de no querer escribir y ni siquiera entrar y al hacerlo encuentras un tsunami de publicaciones que no solo no aportan, sino que ni siquiera son propias.
Capturas virales sacadas de contexto. Frases motivacionales calcadas. Textos que ya viste literalmente en tres redes distintas la semana pasada.
Y no es que inspirarse esté mal. De hecho, muchas veces una imagen poderosa o una historia breve puede detonar una reflexión brutal.
Lo que no suma más bien lo contrario, es copiar-pegar un texto sin aportar tu mirada, sin construir desde tu experiencia, sin adaptar el mensaje a quién eres y a lo que haces.
Si solo copias… no estás comunicando.
Si no aportas nada nuevo… no estás construyendo tu marca.
Y si lo haces solo por likes… te estás confundiendo de plataforma.
LinkedIn no es una red fría ni académica. Mostrar emociones, hablar desde lo humano, contar derrotas, errores y aprendizajes es más necesario que nunca. Pero eso no significa que cualquier contenido valga, ni que esté bien usar un espacio profesional para reciclar virales sin criterio.
¿Quieres impactar de verdad? Cuenta lo que aprendiste, lo que fallaste, lo que cambiaste. Hazlo con tus palabras, tu tono, tu visión.
Porque aquí no se trata de ser perfectos, se trata de ser auténticos, útiles y coherentes.
Inspírate, pero no calques.
Comparte, pero desde tu visión
Publica, pero con propósito.
LinkedIn no es para copiar. Es para conectar.
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