Podría acabarse ahí, pero no, un grupo de mecánicos salen corriendo le colocan de nuevo la rueda, la ajustan y lo devuelven a pista para que la carrera continúe.

Todo esta bien excepto por que no son sus mecánicos, no es su piloto pero todo ha de continuar , el corriendo su carrera y ello despejando su espacio para cuando entre su verdadero piloto.

Para mí esto tiene una lectura muy clara. La vida no está llena de enemigos, está llena de rivales. Personas y empresas que buscan lo mismo que tú: avanzar, crecer, hacerlo bien, llegar más lejos, y competir no debería significar pisar al de al lado ni aprovecharse cuando alguien tropieza.

Nos han hecho creer que ayudar a un rival te debilita, que colaborar te resta ventaja, que solo puede quedar uno, y no es cierto.

A veces, echar una mano a quien compite contigo dice mucho más de ti que cualquier victoria. Habla de tu forma de entender el trabajo, las personas y el camino que quieres recorrer.

El éxito no es ganar porque otro se queda tirado, el éxito es seguir compitiendo sabiendo que podrías haber pasado de largo y, aun así, decides ayudar. Porque mañana podrías ser tú el que necesite esa rueda, ese empujón o esa oportunidad.

En el trabajo, en los negocios y en la vida habrá momentos para apretar y momentos para tender la mano, elegir lo segundo no te hace menos ambicioso ni menos competitivo, te hace más humano. Y para mí, eso también es una forma muy seria de ganar y sobre todo de aprender y avanzar.

Haz las cosas bien.
Y si ya las haces bien… que se note.
Feliz fin de semana a todos!!

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