Los que ejercemos la profesión comercial ya sea de cara al público directamente o en cualquiera de sus posibles formas sabemos lo gratificante que es cerrar una venta , si además el cliente te ha dado margen de maniobra y has podido argumentar las bondades y los beneficios del producto que le estás ofreciendo y ojo a esta palabra por que es importante ya que se lo ofreces que no se lo impones y al final todo acaba con final feliz … se hizo la magia y todos encantados, cliente fidelizado y tú a casa satisfecho.

Mucho cambia la cosa cuando se equivocan los términos “servicial “ con “servil” , ahí amigo mío vas a ver mi peor versión y mucho me temo que no te va a gustar absolutamente nada. Por favor si no entendéis la diferencia haceros un favor y buscar la definición por qué todos podemos caer en ese error.

Ayer quizás fue uno de esos días donde me tocó lidiar con dos personajes a los que yo denomino “ Marqueses de fincas quiero” y es que te pueden llegar a amargar el día .

Y aquí va mi reflexión: la venta no es solo una transacción, es una relación. Requiere confianza, respeto mutuo y la convicción de que ambas partes salen ganando. Cuando esto se entiende, se crea vínculo y fidelización. Cuando no, se cae en dinámicas que desgastan y alejan.

En fin esto me da pie a subir la frase que os comparto y que no es mía si no de una instagramer a la que sigo hace mucho tiempo y roza lo filosófico y me alegra los ratitos de ven en cuando.

@bendita_cordura por si la queréis visitar.

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